
"Comencé mi carrera en inferiores del Club Al ver verás de Mar del Plata, a los seis años en el baby fútbol y mi primer partido fue en el gimnasio del Club Cadetes. Después hice todas las inferiores en la misma institución hasta llegar a Primera División en el año 1986. Alfredo Barbini fue el técnico que me hizo debutar, porque venía destacándome en las categorías menores -tenía 16 años-. Jugué dos temporadas y después tuve la suerte de ir a jugar Chacarita para luego retornar a Mar del Plata.
El primer partido va a hacer difícil que me olvide, fue toda la familia a verme: mi papá, mi mamá, mis tíos. Jugábamos contra Kimberley y entré a los 15 o 20 minutos del partido. La primera pelota que voy a buscar, un jugador del otro equipo patea fuerte, me pega en la cara y me desmaya, por lo que tuve que salir. Por eso mi debut va a ser muy difícil que lo olvide, así como al club en el que debuté, porque todo era una gran familia.
La experiencia de Chacarita significó dos años de crecimiento, muy difícil en la parte humana, al ser muy joven y estar lejos de la familia. Lo que pasa es que al ser tan chico uno no tiene bien decidido que quiere y que debe hacer, pero la experiencia me ayudó mucho. La tuve que pelear bastante solo en un lugar donde no conocía a nadie, maduré muchísimo en ese tiempo.
Chacarita es un club o era un club, allá por el año 88 que tenía las mismas condiciones que el resto del país, no estaba bien económicamente y las comodidades no eran las mejores. Pero uno va con una ilusión muy grande, mi sueño era ser futbolista profesional y durante esos dos años mantuve la ilusión, di todo para llegar. Después, no solo hay que tener condiciones física y técnicas, el fútbol profesional te exige otras cosas que si uno no puede superar queda relegado.
El primer partido va a hacer difícil que me olvide, fue toda la familia a verme: mi papá, mi mamá, mis tíos. Jugábamos contra Kimberley y entré a los 15 o 20 minutos del partido. La primera pelota que voy a buscar, un jugador del otro equipo patea fuerte, me pega en la cara y me desmaya, por lo que tuve que salir. Por eso mi debut va a ser muy difícil que lo olvide, así como al club en el que debuté, porque todo era una gran familia.
La experiencia de Chacarita significó dos años de crecimiento, muy difícil en la parte humana, al ser muy joven y estar lejos de la familia. Lo que pasa es que al ser tan chico uno no tiene bien decidido que quiere y que debe hacer, pero la experiencia me ayudó mucho. La tuve que pelear bastante solo en un lugar donde no conocía a nadie, maduré muchísimo en ese tiempo.
Chacarita es un club o era un club, allá por el año 88 que tenía las mismas condiciones que el resto del país, no estaba bien económicamente y las comodidades no eran las mejores. Pero uno va con una ilusión muy grande, mi sueño era ser futbolista profesional y durante esos dos años mantuve la ilusión, di todo para llegar. Después, no solo hay que tener condiciones física y técnicas, el fútbol profesional te exige otras cosas que si uno no puede superar queda relegado.
Alvarado es el club que de chico siempre estuve ligado, iba a la Escuela Nº 41 que está muy cerca de ahí, con mis amigos hablábamos siempre del club y después seguí como hincha la campaña del 92'. Luego tuve la suerte de ser parte del equipo durante diez años y eso es un orgullo, por todo lo que significa, de alguna manera siempre estoy cerca.
Mi último partido fue especial, porque uno piensa que ese momento nunca va a llegar. Siempre fui una persona que me dediqué cien por ciento al fútbol, pero la edad, el hecho de tener una familia formada: concentraciones y viajes se me hacían muy complicado. Igual, siempre estoy ligado al club y algún día volveré como entrenador.
El fútbol marplatense actual, después de haber pasado por una crisis muy aguda, está en una etapa de franca levantada, con muchas instituciones que apuntan a las divisiones inferiores. Es un momento de transición y en dos o tres años más se van a ver los frutos. Esperemos que desde la dirigencia y el área municipal de deportes se le brinde la importancia que merece al fútbol juvenil, que va a ser lo que nos lleve a primera división.
Lo hecho por Aldosivi lo veo muy bien, más allá del fanatismo o la rivalidad que pueda haber, es una institución que está trabajando de manera muy organizada y profesional. Si siguen por esta senda los resultados van a llegar, tienen un plantel muy importante y las divisiones inferiores juegan en torneos de A.F.A., algo verdaderamente destacado. Más allá de las rivalidades me une una relación de cordialidad con Eloy Bernaola y Pablo Corti, emblemas de Aldosivi."
Ismael Melendez / Juan Manuel Gabin
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