sábado, 2 de junio de 2007

De campana a campana

En el gimnasio Raúl Santos Villalba (Avenida Jara y San Martín) hay historias de gloria y de fracaso, pero en los entrenamientos reina la alegría y la diversión. Por allí pasaron nombres de valientes como “Ubi” Sacco y Carlos Olivera, todos con el impecable trabajo desde el rincón, de un grande como Don Héctor Dipilato. Muchos jóvenes van a practicar porque les gusta y comienzan a conocer a los campeones que salieron de allí. El preparador, Enrique Fernández, nos abrió las puertas para contarnos su historia:

“Mira pibe, hice dieciocho peleas, todas empatadas, excepto una que perdí. Yo los cagaba a trompadas, pero me cobraban empate y, además, como vivía en el campo no me prestaban mucha atención. Ahora, lo que más lamento es que el lugar más cercano para ir a pelear es Miramar, y sino tenemos que ir a Buenos Aires”.

Uno de los jóvenes que entrena en el lugar decía lo siguiente, en una charla rodeada por afiches de todos los campeones marplatenses:

“El boxeo es un deporte sano y te ayuda a ser ágil. A mí me gustaría que en el futuro se vean acá mis afiches. Todos le dan más bolilla al fútbol y al básquet pero pocos marplatenses se destacan”.

Hablamos con Diego Lazarte, el hijo de un grande, Luisito Lazarte, Campeón Argentino y Sudamericano de la Categoría Mini-Mosca y, además, varias veces retador por el título mundial.

“Me gusta el boxeo y como mi papá se dedica a esto, estaría bueno alcanzar algo de lo que él logró: un campeonato argentino y hasta uno mundial. Por suerte acá me entrenan muy bien”.

Más adelante Luis Siciliano nos contaba sus objetivos en el deporte del “golpe por golpe”.

“Comencé a entrenar en Octubre del 2006, ya hace nueve meses. Quiero tener en un buen estado físico, para poder entrar en las Fuerzas Armadas, y a la vez tratar de llegar a ser un buen boxeador. Mis padres no estaban muy conformes que digamos, pero como me veían muy entusiasmado con el tema de entrenar duro para tener una oportunidad, lo aceptaron.

A la mañana voy a estudiar, cuando salgo de allí voy a trabajar y tres veces a la semana entreno. Los fines de semana salgo a correr por la Ruta 226 media hora para ir agarrando ritmo. También, cuando estoy libre, salgo a pasear y distraerme. Pero viste como es el boxeo, implica tanto esfuerzo, sumado el trabajo, me complica un poco la salida de los fines de semana.

Por el momento estoy en la categoría Mosca, que es la que está aproximadamente entre 50 y 52 kilos. Pero quiero bajar de peso para pasar a ser Mini Mosca. Al boxeo lo veo como un deporte duro, en el que mucha gente piensa que solo es dejarte la cara arruinada, y no ven el esfuerzo que cada boxeador pone en el entrenamiento”.

Con una mano de amigo y un puño fuerte, lleno de recuerdos y de historias que almacena en su entrañable corazón, nos despedimos del gimnasio Raúl Santos Villalba.
Ismael M. / Juan Manuel G.

1 comentario:

Anónimo dijo...

mi hermano era amante del boxeo ,por eso les dejo este comentario ,por que me hacen acordar a el ,esta muy bueno!!!!!!